En una boda hay muchos pequeños detalles que preparar, imagina además el tener que restaurar tú mismo el coche en el que el que llegas a la ceremonia. Y no contento con eso, convence a tu propio padre de que te haga de chófer. Dicho y hecho, con esas credenciales se presentó Miguel, ¡casi nada!
Nos encontramos con una elegante y radiante Ana. Feliz y con una sonrisa imborrable en la cara, era su día, el día de los dos y estaban dispuestos a disfrutarlo al máximo.
Hicimos muchas, muchas fotografías; nada mejor como dejarse llevar y que la luz y la complicidad haga el resto, son puro magnetismo.
Con esta entrada al blog, pretendemos hacer una pequeña seleccion de los mejores recuerdos, pocas fotos, pero las suficientes para transportarnos a ese día.
Sin más, os dejamos con esta pareja de guapos y con nuestras instantáneas preferidas.
Miguel & Ana

+There are no comments
Add yours